sábado, 13 de marzo de 2010

2010 | estreno: Lado A y Lado B | Sabádo 17 y domingo 18 de abril |

Un pozo real o imaginario, que protege y que también puede transformarse en una amenaza interna, es el tema sobre el que gira la obra "La fin del mundo". Una historia con dos versiones, "Lado A" y "Lado B", que desnuda dos personajes y su relación enfermiza, desconfiada, intolerante y hasta cínica, desde dos miradas diferentes.

"La fin del mundo" es el estreno de Chana Fernández y Sebastián Fanello presentarán este fin de semana en la Conrado Centro Cultural, de Irigoyen 138.

La pieza fue concebida en dos versiones. El mismo texto y los mismos personajes encarnan la misma historia pero desde puntos de vista diferentes. En la primer versión, que los actores decidieron llamar "Lado A", Tati y Mele viven un viejo aljibe abandonado que se convirtió en su hogar. Como dos refugiados los personajes mantienen una relación que se basa en la desconfianza y el delirio persecutorio. En el Lado B, Tati y Mele son dos sociópatas que conviven en un pozo de apariencias sociales, su relación se transforma en un círculo vicioso. La fin del mundo" presentará el sábado a las 21:30 el "Lado A" en la Conrado Cultural y el domingo en el mismo horario y lugar estrenará el "Lado B"

"Los personajes intentan una y otra vez asir una realidad extraña y dislocada y viven la imposibilidad de accionar sobre ella, o bien intentan hacerlo desde lugares absurdos y contradictorios", explicaron los actores. La vida de Tati y Mele se reduce a la repetición de hábitos rutinarios que revelan el esquema cerrado y caótico del encierro.

"Son dos personajes que viven desde hace diez años en un pozo. La obra cuenta todo lo que se genera alrededor de esa convivencia, la intolerancia, la desconfianza, al incomunicación. No existe en la obra una definición de la relación que existe entre los dos personajes, está latente y es el espectador quien construye el tipo de relación que hay entre ellos", comentó Sebastián Fanello.

Chana Fernández, actriz que encarna a Mele, comentó que a través de la improvisación colectivas "se crearon dos personajes bastante estúpidos que se relacionan desde el juego verbal a través de un discurso sin sentido, donde las palabras valen más por cómo suenan y a qué universos ajenos y lejanos remiten, que por su significado real".

El director de la obra, Luis Sarlinga, se atrevió a desdoblar la obra en dos versiones al ver que subyacía en los ensayos otra manera de decir las cosas, a través de un lente diferente. "Durante los ensayos el director notó una dinámica diferente entre nosotros los actores, era algo esencial que venía pasando entre nosotros dos. Cuando vio seso propuso no dejarlo afuera", explicó el actor. El público no necesariamente está obligado a ver las dos versiones para entender el sentido de la obra, "pero sí sentirá la necesidad de hacerlo para tener una visión más completa", aseguraron los actores.

"La fin del mundo" permanecerá en la cartelera hasta el 23 de mayo. La entrada tiene un valor de veinticinco pesos y se puede adquirir en la sala.


Fotos promocionales (Fotografía: Virginia Capitano) 

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